sábado, 6 de agosto de 2011

Entrada 25

Hola, primero quiero agradecer a quienes han tenido paciencia en seguir la lectura hasta acá porque a puesto que esperan leer algo interesante pero ¿qué puede decirles un chico aburridamente normal como yo? Absolutamente nada, aunque comencé con desprecio por este sitio porque deje claro al inicio de mis entradas que no quería publicar mi vida privada, pero es curioso cómo cambian las cosas, ya que si no tuviera este sitio estoy seguro que me estaría volviendo loco y le he aprendido  a tomar el gusto.

Hoy fui a recuperación de clases, me sorprendí al ver a mi superior  la presidenta del consejo estudiantil, pensé en ignorarla y seguir con mis cosas pero evidentemente la había dejado plantada a mitad de una “cita” no sé  si quería darle explicaciones.

-¡Changmin! Qué alegría verte por aquí ¿vienes a recuperación de materia?-
-A-ah…si es que falte algo a clases-
-¿Algo? Yo diría que toda la semana ¿acaso estabas enfermo?- la vi sentarse en el escritorio del salón en el que estaba yo y cruzar su pierna por sobre esa falda negra, desvié la mirada, no sé porque sentía que ella estaba algo rara y no necesitaba ser experto para ello
-si estaba enfermo, pero me pondré al corriente con los preparativos del festival de clausura- afortunadamente el golpe de Yunho en mi cara no se veía ¿tendré cara dura?
-umn sobre eso…Changmin estaba pensando en que los alumnos que nos graduamos iremos de viaje a la playa entonces…me preguntaba si tu… ¿si te gustaría ir?- la vi nerviosa jugueteando con sus manos y le sonreí
-Necesito ver si tengo compromisos, pero puedo darte un tentativo si-
-¡Yay! Min te importa si ¿nos tomamos una foto de recuerdo? Estoy haciendo mis memorias-
-No me molesta, adelante-  y así es como termino algo parecido a “diferente” en mi día, lo demás solo rutinario.

Y bueno creo que me brinque algo, ¡ah! Si mi noche anterior umn la verdad que no tengo mucho que contar, nada…

Llegamos a mi departamento Jae y yo, yo aún estaba molesto, pero molesto de que me tratarán como a un niño que no se puede defender o peor como a una chica, para ese momento no tenía del todo claro exactamente a donde quería llevar las cosas Jae, porque yo quería saber qué era lo que estaba pasando verdaderamente entre nosotros, no quería andar con confusiones innecesarias, ¿se imaginan? “mamá me gusta un hombre” y luego “siempre no, solo estaba confundido” así que como suelo hablar sin rodeos le pregunte directamente pero no me supo responder.

Así es como Shim Changmin termino besando a su mejor amigo por quien sabe qué número de vez, y la cosa se estaba poniendo más acalorada, yo estaba besando su cuello probando el sabor de su fría piel mientras sus dedos se enredaban en mi pelo, cuando se sentó sobre mi solo me llego algo a la mente, que se iba a dar cuenta de lo evidente así que trate de ingeniármelas para moverlo pero mi intento fallo por completo porque nos caímos al piso –lo siento- pero pareció no estar interesado en ello, solo me atrajo de nuevo a el para besarme, podía escuchar con claridad lo acelerado de mi corazón ¿qué estaba haciendo?. Mis manos se colaron por debajo de su ropa, deslizándome por cada línea de su cuerpo y lo escuche gemir bajo de mí, yo solo cerré mis ojos mientras imaginaba en mi cabeza lo que estaba tocando, incluso sin querer había rozado esa costura en su pantalón que ahora se hacía notar más
–ahh῀ Min – y me di cuenta que me gustaba demasiado escucharle así de ese modo, y provocado por mí solo mío, y suspire su nombre entre mi respiración agitada y seguí tocándolo con descaro, ya no importaba nada, ya no tenía ni la más mínima vergüenza, ni una pizca.

Entonces sentí sus manos subiendo por mi espalda y tocar mi costado, hice una expresión de dolor y me detuve con brusquedad –no puedo-
-¿acaso te lastime Min?- vi su cara de preocupación
-tu no…- vi entonces mi camisa manchándose de sangre, la herida se había abierto de nuevo, y me pare con prisa, fui al baño, me alcanzo y se recargo en el marco de la puerta, donde la golpeo con coraje  –¡ese desgraciado de Yunho!- yo le sonreí y le regale un beso
-dame tiempo – hice una pausa y me acerque a su oído para susurrarle –y te prometo que aquello no se quedará a medias-

 El vio su reloj –tsk olvide el trabajo, te veré luego ¿vale?, mañana  o cuando tu digas- me reí por lo nervioso que estaba y entonces lo vi salir.

Esa es la historia de mi noche anterior y el día de hoy, como ven…no paso nada

No hay comentarios:

Publicar un comentario