lunes, 20 de junio de 2011

Entrada 20 (cielos ¿ya la 20?)

Ahí estaba yo puntual, no sabía si era lo correcto o si debí llegar mas tarde, era mi primer cita y no dejaba de ver el reloj una y otra vez, observando de derecha a izquierda pero ni señales de ella, mire mi nuevo celular y me vi tentado por unos momentos a mandarle un mensaje a Jae, porque han de saber que evidentemente el tiene más experiencia que yo y bueno hubiera sido ideal preguntarle… pero con todo lo que paso no valía la pena, estuve a punto de irme cuando la vi dar la vuelta a la esquina y hacerme señas con los brazos.

Llego a mi lado casi sin aire -¿estás bien?- le pregunte sonriente –si…solo necesito recuperar el aire lamento llegar tarde – apenas si era claro lo que decía por que le costaba respirar con normalidad, la invite a pasar al establecimiento y sentarnos en la mesa cerca del ventanal, entonces ella me tomo por el brazo y no pude evitar sentirme nervioso, pude notar que todo mundo nos veía.  

Ya había pasado la parte fea, estábamos en la mesa, conversando de todo menos del trabajo y entonces supuse que lo del trabajo solo había sido quizás un pretexto para salir conmigo, tenía curiosidad por preguntarle si yo le gustaba pero ¿cómo? De nuevo en mi cabeza apareció el nombre de Jae, era una emergencia y estuve a punto de mandarle un mensaje porque las cosas se estaban comenzando a poner demasiado tensas, ella estaba tomando mis manos y me preguntaba cosas muy incomodas -¿tienes novia?, ¿te gusta alguien?, ¿crees que yo soy bonita?- qué era todo eso

-¿m-me permites? debo ir al sanitario- me levante sudando creo, ella solo me había sonreído y no pude creer que mi plan de escape funciono, justo iba a dar la vuelta cuando sentí una mirada pesada, me gire y entonces lo vi…era el tipo que estaba en el departamento de Jae hace unos días, hubiera deseado olvidar su rostro pero yo era demasiado observador… caminó hasta mí y me sonrió con aire de grandeza ¿Por qué? ¿solo porque yo no tenía un traje caro de marca?

-¿Tu eres Min, cierto?-

-Así es… ¿y tu eres? –

-Soy Yunho-

-¿y qué necesitas de mi Yunho?- dije en un tono que sonara sarcástico 

-Tengo que hablar contigo- se dio la media vuelta como esperando que le siguiera  pero yo solo me cruce de brazos y lo mire seriamente –te escucho- pero el sin girar rio y me respondió – vienes acompañado, te espero en el auto que esta estacionado aquí enfrente…solo-  y se alejó sin esperar a que yo reclamara por algo.

Por alguna razón me supuse que esto tenía que ver con el tarado de Jae, fui con mi delegada y me disculpe porque tenía que irme de emergencia, en parte era bueno porque no quería seguir con ella y responder a todas esas preguntas raras.

Me subí en el auto y permanecimos en silencio durante todo el camino ¿adivinan a dónde fuimos? Pues al bar donde Jae trabaja, tan maldita era mi suerte, trate de ignorar el escenario solo me enfoque en quien estaba delante de mi, tomando lugar en la mesa de la esquina, si, esa a la que nadie voltea porque está abandonada y lejana, algo no estaba bien… por un momento me perdí en la música que provenía del piano

-¿quieres beber algo?- mi pensamiento se vio interrumpido por la voz de aquel sujeto

-no gracias no bebo-

-es una pena- dijo dándole un trago a la botella, y luego otro y otro, supuse que era de esos hombres que no mueren tan fácilmente con el alcohol, pero aún no me decía nada, ya comenzaba a desesperarme así que tome la iniciativa yo

-¿vas a decirme lo que sea que fuera? ¿o prefieres que te deje para que disfrutes tu borrachera a solas? – tome mi chaqueta y me dispuse a salir, pero el golpeo la mesa con el vaso y me miro retadoramente, aclare mi garganta para que no se diera cuenta del miedo que me había causado y volví a sentarme lentamente

¿Recuerdan que les dije que creía que era uno de esos tipos que no mueren a la primera con el alcohol? Pues me equivoque y no sería la primera vez…el tipo estaba ebrio, me maldije y estuve a punto de irme porque, era incomodo estar con este que seguramente andaba tras mi hyung y además en el lugar donde el trabaja…la noche no podía ser peor, rodee su brazo por mi cuello y lo ayude a caminar hasta la salida.

-dame las llaves de tu auto- le dije en tono firme, el me miro con molestia pero accedió a dármelas, lo subí con trabajo del lado del copiloto y luego me subí al volante, busque en su licencia de conducir su dirección..

¿En serio Min tenía que ser tan buena persona como para llevar a este miserable a su casa? ¡SI! Me lo preguntaba una y otra vez, llegamos a su apartamento y lógicamente lo ayude a bajar, no sé si el aire ya le había bajado el efecto porque podía mantenerse de pie aunque se tambaleaba.

Entramos a su departamento, puse las llaves de su auto en la mesa, entre a su baño a lavarme las manos porque me olían a cigarro y vino, me pareció raro no escuchar ruido así que supuse se había quedado dormido, ya me iba cuando vi que estaba parado frente a la puerta y le ponía llave…sus ojos brillaron en medio de la oscuridad y se clavaron directo en los míos y me paralice… fue entonces que me di cuenta que había sido tan ingenuo... caí en su trampa.

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